Las fracciones para niños representan un área imprescindible y esencial en las matemáticas, máxime en edades tempranas, en las que deben aprender lo que significa una división y por qué es importante para su vida, de ahí la importancia que tiene que los niños aprendan matemáticas en educación primaria.
Y es que al encarar nuestras tareas diarias solemos hacer operaciones con números enteros, por ejemplo, una camiseta, cuatro zanahorias, tres tijeras, diez chocolates, etc. Sin embargo, podemos encontrarnos en situaciones más complejas en las que los objetos o las cantidades que tengamos que medir se representen en forma de fracciones. Un ejemplo fácil, si tenemos una tableta de chocolate, la dividimos en ocho onzas y cogemos una de ellas, tendremos un octavo (1/8) de tableta. Una fracción representa el número de partes en las que dividimos una unidad y cuántas tenemos.
¿Cómo se representan las fracciones?
Se representan con dos números separados por una línea divisoria de fracción. Como su propio nombre nos indica las fracciones representan un fragmento o porción, es decir, una parte del todo.
La fracción está compuesta por el numerador, que se sitúa arriba y nos dice las partes que tenemos, y por el denominador, que es el número que se encuentra abajo y que representa el número de partes en los que hemos divido la unidad. Al leer las fracciones el numerador se lee en números cardinales: uno, dos, tres, cuatro, veinte, etc. El denominador, en cambio, se lee con los números partitivos, por ejemplo, si es un dos, se lee como “un medio”, si es un cuatro, como “un cuarto” y así sucesivamente. Es una forma muy práctica de representar algo que está incompleto.
Ejemplos y consejos para enseñar las fracciones
Una de las fórmulas más sencillas de enseñar a los más pequeños las fracciones es a través de la representación gráfica con ejemplos concretos: usar una torta, una pizza, unos cubos, una tableta de chocolate, etc.
En la misma onda se sitúan recursos pedagógicos frecuentemente utilizados por los docentes como los puzles, las piezas de Lego y construcciones similares, las monedas, los caramelos de colores o las fichas de dominó.
Es importante que el alumnado compruebe la utilidad de las fracciones en nuestra vida más allá del aula, el paso de la teoría a la práctica.
Otro modo de practicar las fracciones es a través de ejercicios didácticos en papel. Lo ideal es adquirir algún cuadernillo especializado con fichas que combinen formas y colores o practicar ejercicios sencillos en un simple folio. Hay que tener en cuenta que no solo queremos enseñarle a los niños el significado de una fracción, también queremos que aprendan las operaciones básicas: la suma de fracciones, la resta, la multiplicación y la división.
También vamos a tener que enseñarles los tipos de fracciones más básicas que nos podemos encontrar, es decir, las fracciones propias, en las cuales el numerador es menor que el denominador, las fracciones impropias, con numerador mayor o igual que el denominador, o las fracciones mixtas, que combinan una parte entera con otra fraccionada.
Debemos hacer alusión al entorno digital, clave hoy día en la formación en todo tipo de edades. Podemos encontrar grandes recursos pedagógicos por la red: vídeos, refuerzo en matematicas a través de apps, dibujos animados, fichas, etc.
Sin olvidar esto, también hay que tener en cuenta la cantidad de recursos muy divertidos que puedes encontrar en los juegos educativos para este fin.
Y por último, si queremos enseñar con un puntito más divertido podemos organizar unas “Olimpiadas de las fracciones”, en la que tendremos que pasar por varias pruebas a modo de gincana relacionadas con las fracciones. Darle un toque lúdico y competitivo (en el mejor sentido del término), va a potenciar el interés de los pequeños, porque las matemáticas no son tan difíciles si sabes como estudiarlas. Las fracciones pueden ser divertidas y atractivas, pero hemos de trabajar el centro de interés del alumnado. ¡Imaginación al poder!
Fuente: materialescolar.es