Por Karen Parra
En este nuevo reto que se nos presenta en todo el orbe, el tener que estar resguardados en casa, de forma imprevista y obligatoria con nuestras familias, resulta importante cuidarnos para luego poder cuidar a los más pequeños.
A continuación, me gustaría mencionarte algunas ideas para tener en cuenta y llevar a la práctica.
- Trata de tener una rutina. Esto ayuda a que tengamos noción de cómo se va a desarrollar el día. Una actividad diaria generará seguridad en los niños, ya que les permite saber, por ejemplo, que luego de comer viene la siesta. Puedes ponérselas con imágenes en alguna parte de la casa.
Digo trata porque también es importante que seas flexible y amable contigo y tus familiares; si hoy se despertaron a las 9:00 de la mañana y no a las 7:00, como los otros días, no hay problema, pero sí es importante tratar de tener cierta estructura o plan de cómo se desarrollará el día.
- Incluye en la rutina algún tipo de actividad física, al menos una vez por semana, como bailoterapia, aeróbicos, saltar en un pie, etc.
- Busca un espacio para conversar/jugar acerca de las emociones. Como papá/mamá puedes darte espacio para llorar, para expresar que estás cansada, que quieres salir…, no siempre debes mostrarte “fuerte”. Como seres humanos, tenemos variedad de emociones y cada una tiene su utilidad; por ejemplo, el miedo nos sirve para estar alerta y atacar o huir. Las emociones no son buenas ni malas. Durante esta etapa de cuarentena es probable que se movilicen muchas emociones al mismo tiempo.
La invitación es que primero como papá/mamá te tomes un momento para identificar tus emociones, y te permitas concientizar de qué haces por ejemplo, cuando estás frustrado o triste (¿lloras?, ¿te pones irritable? ¿No quieres hablar con nadie?). También puede suceder que no logres identificar qué estás sintiendo, lo cual también es válido. Lo importante es que sepas que a los niños les ocurre igual y ellos aún no saben ponerle nombre ni entienden qué les acontece y lo que hacen es reflejarlo en conductas, tales como que no se quieren bañar (y antes les encantaba), o aumentan la demanda de la teta si son bebés, o están irritables, etc.
- Realizar actividades diferentes puede contribuir a que los niños se distraigan y aprendan. No obstante, ten en cuenta que no eres una mala madre/padre si no haces las ochenta actividades que publican en Instagram o mandan por Whatsaap.
- Puedes incluir a los niños en la rutina de la casa, por ejemplo que te ayude a meter la ropa en la lavadora, o dale un trapito para que “limpie”. Muy probablemente te va a tomar más tiempo de lo habitual terminar la actividad, pero tu hijo se va a sentir contento y se va a distraer.
- Si del colegio están enviando actividades, trata de hacerlas cuando te sientas en calma y puedas ayudarlo. Puedes distribuirlas durante el día, por ejemplo, una en la mañana y luego en la tarde termina la otra. Tú conoces a tu hijo, identifica su ritmo, escúchalo.
- Si tienes que salir a trabajar, puedes crear con tu hijo una nueva rutina para saludarse desde lejos para cuando retornes a casa (para ellos resulta difícil a veces entender por qué no te pueden abrazar como lo hacían antes). Por ejemplo, pueden inventar un baile, cuya coreografía pueden crearla entre todos los integrantes de la familia. Este dato es muy importante.
- Durante el día destina un momento para dedicártelo a ti, por ejemplo, cuando el niño tome una siesta siéntate a tomarte un café/té con calma, o hacer algo que te haga sentir bien. Llama a un amigo, date un baño prolongado, aplícate una mascarilla…, haz algo que a ti te guste. Si tú estás tranquilo, esa paz, esa tranquilidad, podrás transmitírseles a los muchachos.
- Pide ayuda cuando sientas que estás agotado; puedes pedirle a otro familiar que atienda al niño (si cuentas con ese recurso) o llama a un amigo; también puedes escribirme un inbox y con gusto te acompaño.
Y algo muy importante un día la vez. Si te pones a pensar que falta un número determinado de días para que termine la cuarentena es probable que te pongas ansioso y tengas pensamientos pesimistas. Trata de vivir el presente (carpe diem). Trata organizar las actividades que harás hoy.