Los niños con altas capacidades se distinguen por tener una competencia intelectual superior a la media, lo que implica que pueden tener una gran disposición para aprender y procesar información, así como para resolver problemas de forma efectiva.
Este tipo de niños necesitarán necesidades especiales que deberían ser atendidas para que puedan desarrollar todo su potencial, por lo que es importante que tanto padres como educadores estén informados sobre estas características para poder proporcionarles las oportunidades y desafíos adecuados. Estas señales te ayudarán a identificarlo en tus hijos:
- Aprenden rápidamente: Los niños con altas capacidades suelen tener una gran capacidad para aprender y asimilar nuevas informaciones con rapidez. Son capaces de comprender conceptos complejos y aplicarlos a nuevas situaciones fácilmente.
- Gran curiosidad intelectual: La curiosidad por el mundo que les rodea para ellos es enorme y por eso suelen hacer preguntas de forma constante. De esta forma, son capaces de explorar nuevos temas y conceptos y profundizar en los más interesantes.
- Gran capacidad de concentración: Los niños con altas capacidades también pueden ser capaces de mantenerse enfocados en una tarea durante largo período de tiempo y trabajar a la vez en proyectos complejos sin distracciones.
- Memoria excepcional: Destacan por poseer una memoria única en la que hay cabida para todo tipo de detalles y hechos que son capaces de recordar de forma rápida y precisa.
- Gran capacidad para resolver problemas: Pueden ser muy buenos en la resolución de problemas y en la toma de decisiones, ya que son capaces de encontrar soluciones creativas e innovadoras a los desafíos que se les presenten.
- Amplio vocabulario: Destacan por tener un amplio vocabulario, por hablar con fluidez y sobre una amplia variedad de temas.
- Perfeccionistas: Pueden llegar a ser muy exigentes con ellos mismos y pueden llegar a esforzarse todo lo posible por lograr niveles excelentes en todo lo que hacen.

Desde qué edad puede detectarse si un niño tiene altas capacidades
Aunque cada caso es único, sí que existen algunas señales que pueden ayudar a detectar estos casos de alta capacidad desde una edad muy temprana. Normalmente, entre los tres y los cuatro años, estos niños ya comienzan a destacar por encima del resto.
Esto quiere decir, que a partir de los tres y cuatro años, ya podremos medir su inteligencia con bastante seguridad y sin problemas.
Dentro del concepto de altas capacidades, existen dos perfiles diferenciados:
La superdotación
En estos casos, el individuo con altas capacidades presenta un nivel elevado en todos los recursos intelectuales y tanto en el razonamiento lógico como en el de la creatividad, también existe una buena capacidad de liderazgo, de habilidades sociales, buena gestión de la memoria y de captación de la información.
El talento
Normalmente, en estos casos, los niños mostrarán una elevada aptitud en un ámbito concreto. Pudiendo tratarse este de un talento simple como el social, musical o motriz. También podría tratarse de un talento complejo, cuando se combinan diferentes aptitudes específicas como el talento académico o el artístico figurativo.
Es importante destacar, que no todos los perfiles de altas capacidades son iguales, ya que existen características a nivel de desarrollo que pueden llamar la atención. Un ejemplo de ello, es que tengan un desarrollo precoz del lenguaje y que empiecen a hablar muy pronto y con un gran vocabulario rápidamente o que incluso aprendan a leer a una edad muy temprana. También pueden manifestar intereses o hacer preguntas que no están acordes a su edad o adquieren aprendizaje en el manejo de números y razonamiento matemático por delante de sus pares.
En cualquier caso, cuando hablamos de altas capacidades, nos referimos a individuos que muestran habilidades y talentos excepcionales en comparación con sus iguales, pudiendo estas manifestarse en el ámbito intelectual, en el académico, el creativo, el artístico o el físico.
El problema surge cuando hay casos que pasan desapercibidos, en los que ni en el colegio, ni los padres detectan estas altas capacidades y el niño o niña acaba llegando a la adolescencia sin que nadie lo descubra. A veces estos niños acaban sacando malas notas y sin tener un rendimiento extraordinario, precisamente por querer pasar desapercibidos. Problemas que pueden derivar en ansiedad o incluso en problemas de conducta. De ahí, que sea importante saber percibir las señales ya en el propio hogar.
Fuente: elespanol.com
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